Asociación De Scouts Dominicanos Región Norte.

Más Scouts, Mejores Cuidadanos!
 

 

CAMPISMO.





En infinidad de competencias te van a pedir que hagas construcciones, la teoría de éstas es fácil de aprender y también la de las astucias.
¡Y no tienes que ser un genio para poder hacerlas!

No podríamos poner toda la información en esta página, porque no cabría, por eso escoge el tema que más te convenga:

 

-Astucias

Siempre hay 2 tipos de astucias, en las que se emplea un árbol y en las que no se usa. Ahí te van unos tips:

 


Mochilero

Mochilero Colgante:
pasa una cuerda por dos ramas de un árbol a una distancia razonable, para unir los extremos de la cuerda utiliza un palo de escoba y ahí pones las mochilas.

 

Fogón:
haces un tripié, abajo de éste una fogata y ahí tienes tu fogón.

 

Lavadero:
haces un pozo de aproximadamente 5 cm de profundidad y después le pones una bolsa que lo tape, la sostienes con piedras y adentro de ella le pones agua y jabon.  Lo cubres con una bolsa.

 

Vestidor:
con varejones haces un tripié, le pones un toldo encima y listo.

 

Refrigerador:
con palos de escoba haces un tripié y mojas una camiseta, ésta tiene que tener muy bien amarradas las 2 mangas, la parte de abajo y con un corredizo la parte de arriba.  Por la parte de arriba introduces y sacas las cosas.  Tienes que mantenerlo mojado.

 

Timbre:
en una lata de refresco metes piedritas y la cuelgas de un árbol.

 

Ganchos:
te buscas palitos medio encorvados y en medio les pones una cuerda para poder colgarlos.


- Camillas

Hay ocasiones en que debe transportarse a una persona lesionada o lastimada. Ten en cuenta que las camillas deben de ser seguras para evitar causar más lesiones a la persona que se transporta en ellas.

Como quizás algún día necesites una, te presentamos tres tipos de camillas.

 


Puede armarse rápidamente una con dos camisolas scout, siendo conveniente reforzarla con cintos. Camilla

 


Camilla Usando cuerdas pero teniendo la precaución de instalar en los extremos dos palos cruzados y amarrados para evitar que se cierre.

 

 


La cuerda que se utilice debe de ser del grosor suficiente para aguantar un peso mínimo de 120 Kg. Camilla

 



- Carpas elevadas
Para evitar que el agua moje tu carpa haz esto:
Carpa elevada 1. Forma un cuadrado con varejones

2. Entierra cuatro varejones a la distancia
   que tenga tu cuadrado

3. Amarra el cuadrado a los postes

4. Haz un tejido en el cuadrado

5. Pon la carpa encima del tejido


- Fogatas
Un Buen Fuego:
1. Se construye en un lugar seguro que ayude a controlarlo. Partes
2. Se hace del tamaño necesario y no más grande, ya que esto sirve también para ahorrar madera.
3. Se mantiene bajo control y se ejerce vigilancia siempre.
4. Se apaga cuando ya no se necesita.
La mayor parte de las fogatas se hacen con la madera que se encuentre en los alrededores. En los lugares donde no hay madera se usa carbón o se lleva madera suficiente.
La madera es el combustible más común.

Diferentes pasos para aprender a iniciar un fuego:
1. Acondicionar el lugar para la fogata.
2. Aprender cuáles son los tres materiales que se usan y recoger bastante de cada uno (lo suficiente de cada uno para mantener el fuego durante tres minutos, de manera que no necesites alejarte de éste una vez que esté encendido).
Comienza con el fuego básico, y
3. Mantenlo encendido; en seguida construye un teppe o una fogata de consejo y úsalo para tostar algún alimento.
4. Tan pronto como termines de usarlo, apágalo.
5. A menos de que hagas el fuego en un lugar especial, no dejes huella de haberlo hecho.
6. Practica muchas veces; con viento, con lluvia, etc. hasta que estés seguro de que puedes hacerlo (puede ser que necesites aprender a encender un cerillo y mantenerlo encendido hasta ponerlo bajo la yesca. Practica esto también).
7. Trata de que alguien te acompañe cuando prendas fuego. Siempre es más seguro así.

Primer paso: Acondicionando un lugar, dónde encenderlo
* Sobre la arena, rocas o tierra. (Nunca al pie de un árbol o tan cerca de las raíces que provoquen que el calor las mate):
Si no vas a encender la fogata sobre la roca, quita todas las hojas, pasto, ramas, etc, hasta encontrar tierra firme, sobre un espacio bastante grande. Esto es especialmente importante en los bosques. Quita la tierra vegetal, etc, para prevenir que el fuego se esparza por debajo de ésta.
* En un hogar o chimenea, temporal o permanente.
Los hogares temporales se hacen en zanjas o agujeros, sobre leños verdes, rocas, ladrillos, barro o latas vacías.
* Con el viento soplando a tu espalda al pararte frente al fuego. Esto hará que una corriente de aire pase a través del fuego.

Segundo paso: Materiales apropiados
Para encender un fuego se usan tres clases de materiales: yesca, varas y combustible.
Yesca: Todo material que se enciende al acercarle un cerillo. Debe ser en pedazos no más gruesos que un fósforo, pero más largos.
    YescaCepilladura o virutas: ramitas delgadas (especialmente de coníferas), mazos de arbustos o maleza secos.

Ocote: pedazos de corteza delgada, etc. (Desde luego el papel, pero desdéñalo a menos que se trate de una emergencia).

No confíes en las hojas o el pasto seco, encienden rápidamente pero se acaban demasiado pronto, antes de que puedan hacer que otros materiales más durables enciendan.

 

VarasVaras: Varas y ramas secas de tamaños que van desde la que es un poco más grande que la que se usa como yesca, hasta pedazos tan gruesos como un pulgar y desde quince hasta treinta centímetros de largo. Los pedazos más gruesos se pueden rajar para se usados en vez de varas.

CombustibleCombustible: El material que mantiene el fuego. Se trata de piezas de madera firme que van desde las que son un poco más grandes que las varas hasta troncos de buen tamaño, dependiendo del uso que se les vaya a dar. El carbón es usado a menudo como combustible.

Apréndete bien cada clase de material; sé capaz de encontrar cada uno de ellos, y también manténlo a la mano, en una buena leñera, ya sea en una temporal y pequeña o en una más grande y permanente.

¿Qué madera usar?
Probablemente comenzarás usando cualquier cosa que encuentres.

A medida que vayas progresando, aprenderás acerca de ciertos tipos de madera y cuáles son los mejores para ciertos propósitos:

  La yesca puede ser cualquier material muy ligero y seco -no más grueso que un fósforo-. Haz pequeños manojos de ramitas.

Las varas deben romperse con un chasquido. En general, las ramas que están en la parte baja de los árboles son las mejores. Las ramas que estén en el suelo pueden estar húmedas, y por lo tanto no son muy útiles.

Las varas que se doblan y no se parten están verdes; puedes usarlas hasta que el fuego haya prendido bien.

La madera que se desmorona está podrida, vas a encontrar mucha, pero no la uses, ha perdido toda su vida y sólo humeará sin dar calor.

La madera Rajada arde muy bien; la parte interna de un tronco siempre la encontrarás más seca que la externa.

En tiempo de lluvias, cuenta sólo con la madera seca que aun esté en los árboles; se secará más rápido que la que está en el suelo, pues el aire circula a su alrededor.

La Madera Suave es producida por árboles de crecimiento rápido: pinos, abetos, cedro, abedules, álamo, entre otros. Esta madera es conveniente para iniciar un fuego, o para fuegos intensos. Se quema rápidamente y necesita reponerse constantemente, no deja buenas brasas.

La Madera Dura es producida por árboles de crecimiento lento: roble, nogal, abedul amarillo, maple (arce), fresno, mezquite (algarrobo americano), eucalipto, entre otros. La madera dura es compacta, firme y pesada, cuando se compara con una madera suave del mismo tamaño. Esta madera arde lentamente y deja brasas duraderas. Necesita un buen fuego vivo para encender y después arde muy bien durante largo tiempo.

 

LeñeraLa Leñera
Una buena leñera es una conveniencia a la vez que un proyecto de seguridad.

Apila la madera de manera que la yesca, las ramas y el combustible queden en montones diferentes.

Coloca la leñera cerca del fuego, pero a una distancia que te permita caminar alrededor de éste, al lado contrario de donde sopla el viento, y a una distancia que evite que las chispas la alcancen.

Tercer paso: Manera de iniciar el fuego básico
1. Antes de empezar, acondiciona el lugar para la fogata.
2. Ten listos y a la mano:
una buena cantidad de yesca,
una doble cantidad de varas
todo el combustible que necesites, a menos que haya recolectores de leña trabajando al mismo tiempo que tú, y por lo tanto no tengas que dejar el fuego ya encendido.
3. BaseCon el viento soplando a tu espalda, arrodíllate; toma pequeñas varas y colócalas formando un ángulo como se muestra en el dibujo; atraviesa una rama sobre las otras dos para formar como una A.
4. Coloca una buena cantidad de yesca compacta en el ángulo de las varas o sobre la vara atravesada, de manera que no toquen el piso, para que el aire circule.
Deja un hueco en el centro y abajo, para meter el cerillo.
Recuerda: El fuego necesita aire. La flama arde hacia arriba. Sólo el material que se encuentre sobre la llama arderá.
5. IniciandoPrende el fósforo, volteándolo hacia abajo para que la madera encienda (si es necesario cúbrelo del viento con las manos).
Una vez que haya prendido bien, mételo en el hueco, bajo el centro de la yesca.
Si el cerillo se apaga, úsalo como yesca.
Si es necesario, sopla suavemente sobre la base del fuego.
6. Una vez que la yesca empiece a prender,
comienza a añadir varitas,
poniéndolas suavemente sobre la flama,
para formar una pequeña pirámide,
hasta que tengas un fuego vivo.
7. Empieza a añadir varas una por una, colocándolas suavemente en donde la flama esté mejor; comienza con varas delgadas y gradualmente agrega piezas más gruesas, siempre en forma de pirámide.
No hagas cambios súbitos en el tamaño de las varas, sino siempre agrega varas un poco más gruesas que las anteriores hasta que llegues a las del grueso de un pulgar.
Recuerda: hazlo poco a poco.
Mantén tu fogata compacta, que cada vara toque a otras en la parte de su mayor longitud.
8. Coloca un palo pequeño en la base del fuego y levántalo un poco para darle más aire.
9. Cuando el fuego esté ardiendo satisfactoriamente, comienza a añadir los leños y troncos gradualmente, empezando a construir algún tipo de fogata.

Cuarto paso: Diferentes clases de fogatas

ConsejoFogata de Consejo
Es un fuego sólido especial para brasas o para un fuego que vaya a durar largo tiempo.

Comienza con el fuego básico.

Coloca los leños como en el dibujo, empezando con dos leños grandes y rellenando el espacio entre éstos con una hilera de leños un poco más pequeños y éste, a su vez, con otra de leños más chicos, y así sucesivamente.

PiramidePirámide o Tepee
Produce un fuego vivo que sirve para hervir, etc. Concentra el calor en un punto pequeño, en la parte superior.

Comienza con el fuego básico, continúa hasta comenzar a añadirle combustible, formando siempre una pirámide manteniéndola tan vertical como sea posible.

ReflectorFogata de Reflector
Produce un fuego alto y uniforme, sirve para hornear, asar, etc.

Cerca de una roca grande o reflector hecho de troncos, haz una fogata de consejo, déjala hasta que haga brasas. Para horneo rápido, aviva el fuego.

TrincheraFogata de Trinchera
Haz una zanja larga y coloca piedras en sus bordes.

Comienza con uno o más fuegos básicos: una vez que hayan prendido bien, acuéstalos.

A todo lo largo de la trinchera y no muy juntos, atraviesa troncos delgados; sobre éstos coloca troncos gruesos del tamaño de la trinchera.

Después, otra hilera de troncos atravesados, otra, a lo largo etc.

Los troncos delgados permiten la circulación del aire.

Si el fuego no arde bien, asegúrate de que puede penetrar bastante aire por el frente; si es necesario, levanta los troncos un poco más en el frente.

LataFogata dentro de una Lata
Se trata de una fogata pequeña pero de un fuego uniforme que va adentro de una estufa hecha con una lata grande.

Comienza con un pequeño fuego básico de yesca.

Ten lista una cantidad regular de varas no más gruesas que un pulgar.

Mantén un fuego pequeño y aliméntalo regularmente con ramas pequeñas.

Necesita mucho aire. Ten a la mano un poco más de yesca para reforzar.

Coloca la lata sobre la fogata una vez que el fuego esté ardiendo bien.

La cocina con lata necesita de dos personas, una para alimentar el fuego y la otra para cocinar.


- Mesas

Hay muchos tipos de mesas, aquí te damos dos:

Mesa china 1) Mesa China:
haces 2 tripiés y los conectas con 4 palos formando un rectángulo (amarre cuadrado) y le haces un tejido.
Pones 2 palos en los lados más largos para que te sirvan como banca.
   
  2) Mesa en tripié:
con varejones haces un tripié y unes seis palos de escoba (3 para el tejido y 3 para la silla), le haces un tejido y listo.



- Refugios

Introducción

La función principal del refugio es protegernos de los peligros del medio ambiente. Un calor extremo puede producir un síncope o un golpe de calor; por el contrario, el exceso de frío produce hipotermias y congelaciones. En las zonas pantanosas nos pueden devorar los mosquitos y si nos calamos hasta los huesos mientras dormimos podemos coger una pulmonía, aparte de la incomodidad, la ausencia de descanso y el golpe contra nuestra moral que esto supone.

Un buen refugio, además de protegernos de los elementos anteriores, proporciona comodidad, seguridad y firmeza psicológica.

El tipo de refugio que construyamos dependerá de nuestras necesidades, del tiempo que vamos a permanecer en ese lugar y de los materiales y herramientas de los que dispongamos. Siempre deberíamos incluir en nuestro equipaje al menos una buena navaja, un cuchillo de monte y una lona plástica de 2x2 metros o similar que ocupa y pesa poco y nos proporciona un techo impermeable. Si el peso no importa, también podemos incluir un hacha pequeña o un machete.

 


Ubicación

Evidentemente, buscaremos en lo posible un lugar seco y al abrigo del viento, lejos de aguas estancadas o pantanos para evitar que nos devoren los mosquitos, aunque una fuente cercana o un pequeño curso de agua sería ideal.

Es aconsejable, para minimizar los riesgos, huir de las orillas de los ríos, pues puede sorprendernos una crecida, incluso en tiempo soleado, por la rotura de una presa formada de manera natural a causa de la acumulación de ramas, como sucedió no hace mucho en un campamento español, que quedó arrasado en cuestión de pocos minutos. La gente murió dentro de sus vehículos y casas rodantes, que fueron arrastrados por la fuerza de la corriente. Lo mismo se puede decir de los cauces secos de los ríos, que con una tormenta pueden convertirse en torrentes antes de que nos demos cuenta.

También se aconseja no acampar bajo los árboles por el riesgo de que nos caiga una rama encima. Reconozco que yo me salto esta norma con frecuencia, pues los árboles protegen del rocío. Si decides hacer como yo, fíjate bien que no tenga ramas secas que supongan un riesgo para ti. Evita también los lugares con peligro de desprendimiento de rocas o riesgo de aludes de nieve.

Es importante prestar atención a los alrededores para no darnos cuenta, una vez terminada nuestra construcción, de que tenemos un hormiguero o un avispero como vecinos.

 


Tipos de refugios

Vehículo
Si nos encontramos en una situación de supervivencia real por haber sufrido un accidente y nuestro vehículo aún está habitable, puede constituir un buen refugio. De lo contrario prestemos atención al material que lleva dentro y que podría servirnos. Los periódicos son un buen aislante; si disponemos de ellos utilicémoslos para cubrir las ventanas y protegernos mejor del frío. Si necesitamos hacer fuego y no disponemos de cerillos ni encendedor podemos empapar con gasolina un trozo de tela, de papel, de esponja de los asientos, etc. y hacer chispas sobre él cruzando los terminales de la batería. Si quemamos o añadimos aceite de motor al fuego conseguiremos un humo negro y denso excelente para hacer señales.

Refugios naturales
Son refugios cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Se improvisan en hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de la vegetación. Una hendidura en una pared rocosa que nos proteja de la lluvia y el viento y no ofrezca riesgos de desprendimientos es ideal. Sólo tendremos que preocuparnos de construir un lecho seco y confortable.

Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que llevamos en nuestro equipaje.

Lona plastica Refugio con una lona plástica
Si disponemos de una lona plástica suficientemente grande podemos improvisar un refugio tendiendo una cuerda entre dos árboles y colocando la lona como una tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego sujetaremos con unas orquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con cuerdas y piquetas improvisadas con unos palos de madera resistente. Si cavamos una zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de tormenta.

Refugio con un bote salvavidas
Un bote salvavidas volteado al revés y elevado por un lateral con ayuda de unos palos constituye un refugio excelente.
Bote salvavidas

Cobertizo Cobertizo
Es probablemente el más clásico de los refugios de supervivencia. Utiliza un armazón de madera, pero si utilizamos uno o dos árboles como columnas nos ahorraremos mucho trabajo y el refugio ganará en solidez. En climas fríos utilizaremos un fuego para calentarnos y un reflector de troncos detrás para aprovechar mejor el calor. Por ello es importante tener en cuenta la dirección del viento si no queremos terminar ahumados. El techo lo cubriremos de materia vegetal. En algunas zonas es fácil encontrar grandes hojas con las que construir un techo impermeable ensamblándolas a modo de tejas. También se pueden improvisar tejas con trozos de corteza. Si no, un techo de hierba seca y paja, si es lo suficientemente grueso, también nos proporciona cierta impermeabilidad.

Refugio con un árbol caído
Hay que cortar algunas ramas para hacer una oquedad en la copa caída. Es un refugio acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de la lluvia.
Arbol caido

Soporte de ramas en A Refugio con soporte de ramas en forma de A
Es otro refugio clásico y que ofrece mayor abrigo que el cobertizo. Se construye con un armazón de palos que adoptan la forma de una tienda de campaña canadiense tradicional o de una A. Se cubre con una capa de hojas grandes a modo de tejas, y por encima de éstas una capa de hierba, hojarasca, ramas que no perforen las tejas para evitar que el viento nos levante el techo.

Refugio de tronco
Es un tipo de refugio únicamente apropiado para pasar cortos periodos de tiempo porque no suele ser muy cómodo, a no ser que el tronco posea un gran diámetro. Consiste en un sencillo cobertizo que se realiza apoyando una serie de ramas sobre un tronco caído y cubriéndolas con los materiales indicados anteriormente.
Tronco

 


El lecho

Es una parte fundamental de nuestro refugio. Debe de ser blando, seco, horizontal y caliente (excepto en el desierto, que será fresco). Esto lo lograremos escogiendo bien el emplazamiento (huir de zonas con humedad), quitando los palos y piedras que pueda haber en el suelo, y aislándonos bien de éste con hojarasca, helechos, ropa, etc.

 


Refugios para condiciones especiales

Desiertos 1 Desiertos cálidos

La función del refugio en el desierto es protegernos del sol y del calor. Otros factores importantes son las tormentas de arena y las, en ocasiones, frías temperaturas nocturnas.

Se recomienda enterrarse en la arena para minimizar las pérdidas de agua y protegerse del sol. También podemos cubrirnos con una tela de paracaídas si disponemos de ella.

Para construir un refugio o desplazarse escójanse las horas más frescas del día, al amanecer o al atardecer.

La temperatura suele ser varios grados más baja a unos centímetros por debajo del suelo, por lo que excavaremos un hoyo que cubriremos con una tela o el material del que dispongamos y que nos ofrezca sombra.

Desiertos 2

 

Zonas frías y de montaña

Cuando el frío se acerca a valores extremos, el refugio se convierte en el elemento del que dependerá nuestra supervivencia, y su construcción pasa a ser la principal prioridad.

No debemos olvidar que el viento agrava los efectos negativos del frío.

El propósito fundamental del refugio en zonas frías es retener nuestro calor y el producido por otras fuentes de calor que podamos emplear. Para eso es necesario que no haya corrientes de aire y que el refugio no sea grande en exceso. Un refugio pequeño es más caliente y da menos trabajo que uno grande.

Cobertizo Cobertizo
En las zonas donde no hay mucha nieve y tenemos madera abundante, podemos construir un cobertizo clásico con el lado inclinado apuntando en la dirección del viento. Haremos un fuego y colocaremos un reflector de troncos o piedras que refleje el calor hacia nosotros.

Cueva de nieve
Después del iglú, probablemente sea el mejor refugio para zonas frías. Se necesita una pala u otro utensilio improvisado (un plato, un palo...) con el que cavar donde haya nieve amontonada. Debe excavarse una cueva pequeña (cuanto más grande más difícil será de calentar) con un lecho a unos 40 cm por encima del nivel del suelo y, si se desea, también podemos añadir una plataforma para cocinar con un hornillo 30 cm más alta.

No debemos olvidarnos de practicar un agujero de ventilación en la parte de arriba y otro en el bloque de hielo o nieve compactada que sirva de puerta. La pala debe guardarse dentro por si es necesario utilizarla para salir por la mañana. Encendiendo una simple vela en el interior de este refugio conseguiremos que la temperatura aumente varios grados.

Cueva de nieve

Trinchera Trinchera
Si no existe suficiente nieve para excavar una cueva, se puede hacer una trinchera y cubrirla con bloques de nieve compactada o el material que se tenga a mano.

Iglú
Es el mejor refugio contra el frío. Sin embargo, requiere de un aprendizaje previo de la técnica, de herramientas (como mínimo un cuchillo) y de varias personas para realizarlo. Sólo merece el esfuerzo si vamos a pasar bastante tiempo en ese lugar.
Iglu

 

Selva tropical

Debido a la gran abundancia de insectos, todo el que se disponga a atravesar una selva debería incluir en su equipaje una tela mosquitera. Una hamaca es ligera y aísla del suelo. Si no disponemos de ella quizá tengamos material con el cual improvisarla (tela de paracaídas, una manta, etc.) Un techo sobre nuestra hamaca o nuestro lecho nos protegerá de la lluvia. El refugio con soporte de ramas en forma de A es muy indicado para protegernos de la lluvia.

Plataforma con tela Plataforma con tela mosquitera
Este refugio nos aísla del suelo y nos protege de insectos. Si se le añade un techo nos protegerá además de la lluvia. El lecho lo cubriremos con hojas de palmera u otra materia vegetal.

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis